SEMILLAS TRANSGÉNICAS

SEMILLAS TRANSGÉNICAS

¿Es lo bastante bueno?

En los Estados Unidos el gobierno no somete a examen alguno los alimentos transgénicos. A los escépticos les preocupa que no se tomen las suficientes precauciones para evitar lo que Pionner Hi-Bred, el gigante de las semillas, descubrió en 1995 cuando escindió un gen de una castaña brasileña para introducirlo en brotes de soja. Afortunadamente, mucho antes de que se plantasen esas semillas rebosantes de proteínas, la empresa había esponsorizado unas pruebas que descubrieron algo preocupante: el gen transferido a la soja era el origen de las alergias derivadas de la castaña del Brasil. Cancelaron el proyecto.

Este incidente demostró algo que sostienen las dos partes inmersas en el debate sobre alimentos biotecnológicos: para los críticos, demostró que un alimento con genes alterados puede causar unos problemas inesperados e incluso letales. Para la industria, evidenció que el curso normal de la investigación es capaz de predecirlos.

Los escépticos se quejan de que existen pocas regulaciones medioambientales, así como escasas preocupaciones sanitarias necesarias. El Departamento de Agricultura, que apuesta por la biotecnología, supervisa los miles de pruebas de campo que son un prerrequisito ineludible para los cultivos transgénicos lleguen al mercado.

Un ejemplo famoso es el de la mariposa monarca, cuyas larvas murieron por efecto de un polen que contenía Bt precedente de maíz transgénico, durante unas pruebas de laboratorio ampliamente difundidas, realizadas en 1999 en la Cornell University. La EPA también había solicitado pruebas del polen trasladado por los abejorros y algunos insectos acuáticos, pero no se había molestado en comprobar si otros insectos eran susceptibles a sus efectos.

FRAGMENTO EXTRAÍDO DEL LIBRO:

*LAMBRECHT, BILL. “LA GUERRA DE LOS ALIMENTOS TRANSGÉNICOS” PRIMERA EDICIÓN 2003, EDITORIAL RBA INTEGRAL LIBROS, S.A. BIBLIOTECA CENTRAL USAC.

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